Desde el corazón

Reza como si todo dependiera de Dios. Trabaja como si todo dependiera de ti.
(San Agustín)


Orar es escucharte

Orar es escucharte Padre.
Hablar con entera confianza
porque sé que me quieres.
Escucharte.
Antes que yo te hable me has hablado Tú a mí.
Me hablas al darme la vida.
Me hablas al darme amor y hacerme persona.
Me hablabas incluso antes de que yo existiera.
Me estás hablando continuamente
a través de la vida y el mundo,
y también, a través de Jesús de Nazaret.
A menudo, yo no me entero,
Pero Tú no cesas de hablarme.
Me hablas dentro del corazón,
no con palabras sonoras.
Pero hablas fuerte, muy fuerte
y muy dulce a la vez.
Quiero hablarte.
Hablarte desde dentro de mí mismo,
desde tu realidad, desde tu verdad,
desde tu bien y tu humildad,
simplemente desde tu corazón.
Hablarte con silencios, con miradas,
con gestos y también con palabras.
Quiero hablarte de eso que Tú me comunicas.
Hablarte poco a poco, palabra a palabra,
sacándolas del fondo de ti mismo,
como algo muy tuyo, muy querido,
muy sentido.
Quiero hablarte a ti que sé que me quieres.
Me cuesta entenderte,
y hasta conocerte,
Oraciones y Plegarias Vocacionales
pero sé con seguridad que me quieres.
Muéstrame el camino de tu cariño.
Quiero hablarte con entera confianza.
Claro, precisamente por eso, porque me quieres.
Soy consciente que me quieres siempre,
incluso cuando actúo mal.
Tú me escuchas siempre,
incluso cuando actúo mal.
Sé que puedo confiar en ti con entera disposición.
Hazme servidor de tu Reino.

Agustinas Misioneras en Argelia


Las Agustinas Misioneras estamos en Argelia, país donde nació San Agustín en el año 354, desde el año 1933. Situado al norte de África, es un país  de religión musulmana.

Nuestra presencia ha ido cambiando según las llamadas de la Iglesia para dar respuesta a las necesidades del pueblo. Seminarios, Colegios, Sanidad, Guarderías, Promoción de la mujer. Actualmente estamos en los siguientes campos: Promoción de la mujer y Preescolar llevados por la Media Luna Roja. Biblioteca de Cáritas Diocesana y en un Hospital.

Lo más importante al llegar a este país es saber "descubrir" a la gente: sus creencias, su cultura…. Y  luego saber "estar " , "ser presencia" en medio de ellos, intentando vivir este diálogo interreligioso, intercultural y... simplemente amándolos como son. Creemos que nuestra presencia es bien valorada, ya que la Iglesia católica, muy reducida numéricamente, ha optado en tres m omentos claves, – la independencia, la nacionalización y el tiempo de terrorismo-,  por  permanecer al lado de los argelinos. Se podría decir que no es  una  Iglesia en Argel, sino una Iglesia argelina que camina con el pueblo.

Presentes en Filipinas



Estamos presentes en Filipinas desde el año 2009

"¿Qué debo hacer, Señor?" (Hch 22,10).


La Vocación no es sólo lo que tú quieres ser y hacer, es ante todo lo que Dios quiere que tú seas y hagas; no es algo que tú inventas, es algo que encuentras; no es el proyecto que tú tienes sobre ti mismo, es el proyecto que Dios tiene sobre ti y que tú debes realizar. 

Por eso, para descubrir tu vocación, lo primero que debes hacer es dialogar con Dios: orar. Sólo mediante la oración podrás encontrar lo que Dios quiere de ti. En la oración, el Espíritu Santo afina tu oído para que puedas escuchar: "Habla, que tu siervo escucha" (I S 3,10). 

Sólo en el diálogo con Jesús podrás oír su voz que te llama: "ven y sígueme" (Lc 18,22); o bien, escucharás que te dice: "vuelve a tu casa y refiere lo que Dios ha hecho por ti" (Lc. 8,38).

Caminando con Jesús (Video)


¿Qué buscáis?


 “¿Qué buscáis?” pregunta Jesús a dos jóvenes que le seguían. 
Apasionados de la vida y creyentes inquietos, se habían hechos discípulos del Bautista; y él les ha señalado a Jesús que pasa, diciendo: “Ahí está el cordero de Dios!”. Los dos jóvenes apenas escuchan estas palabras, siguen a Jesús. Él se da la vuelta hacia ellos, ve que le siguen y entonces les pregunta: “¿a quién buscáis?”. Le responden: “Maestro, ¿dónde vives?”. Y Jesús les dice: “Venid y lo veréis!” 
Los dos eran Andrés, hermano de Simón Pedro y Juan. Los Evangelios no ofrecen una descripción detallada de sus vidas, de su formación y de sus experiencias. Cuanto nos dicen es sin embargo suficiente para imaginar el camino, caracterizado por la atracción hacia Jesús, pero también por sus temores, sus miedos.

“¿A quién buscáis?”
Con esta pregunta Jesús se dirige a los dos jóvenes y hace brotar el sentido de su búsqueda. Buscan al Mesías, aquel que sólo puede dar fuerza a sus esperanzas. Desean una vida plena, más allá de todo límite. No buscan, en efecto, cualquier verdad, sino a alguien que les coloque en grado de reconocer aquello que tiene sentido para la vida.
También hoy, si bien con algunas ilusiones de saber darnos las respuestas a las preguntas de vida, la búsqueda de significado continúa. Es una búsqueda hecha toda en primera persona. Cada uno de nosotros desea y puede reconocer dónde está el sentido de la propia existencia. No nos dejamos encantar de soluciones ya preparadas o impuestas para todos, de las ideologías, de los mitos. Es insuficiente hacer como hacen todos, tomando prestadas respuestas que no se adaptan a nuestras preguntas personales.

Diez claves para una cultura vocacional


1. Tomar conciencia de dónde estamos.
Vivimos en medio de un erial vocacional, donde ya no se puede pescar con red y, a veces, ni siquiera con caña. ¿Tenemos los instrumentos adecuados? Aspiramos a una “cultura vocacional”, pero lo que reina en verdad es la “incultura” vocacional. Hay que vaciarse de antiguos esquemas y llenarse de iniciativas nuevas.

2. Son un regalo de Dios, pero hay que fomentarlas y recibirlas.
“Las vocaciones, don de la Caridad de Dios” es el tema de este año, pero hay que acogerlas en comunidades concretas: pequeñas o grandes, de viejos o jóvenes, con virtudes y defectos.

3. No solo el lenguaje de los jóvenes, sino la vida de los jóvenes.
Se habla mucho en pastoral juvenil del lenguaje juvenil. Pero, ¿basta solo con hablar su lenguaje? ¿No habrá que ponerse en su lugar, entenderles y, en definitiva, vivir con ellos? Con los que ya están “dentro”, pero sobre todo con la mayoría que están “fuera”: qué piensan, qué hacen, qué música escuchan, por qué redes navegan, cuáles son sus puntos débiles y sus talentos.

4.La radicalidad de una vida evangélica : el ejemplo:
Es el “venid y veréis”. Los carismas, de los que tanto hablamos, no son “entes virtuales” que están en la “nube” de nuestras congregaciones. Tienen que traducirse en testimonio de vida, en ejemplo para que otros lo sigan.

5. Son las comunidades las que fomentan las vocaciones. No las estructuras.
Podemos crear secretariados, coordinadores, agentes y sofisticados planes de pastoral vocacional, pero una incipiente vocación a la Vida Religiosa (VR), como la vida cristiana en general, tiene que vivirse en el seno de una comunidad. Hay que hacer comunidad.

6. El acompañamiento.
Estamos acostumbrados a que el/la joven que se siente llamado a la VR, llame a nuestra puerta y nos busque para conocernos y confirmar sus intuiciones. Pero el verdadero arte del acompañamiento es justo el movimiento contrario: el de ir nosotros en su busca y acompañar su camino vital, sin forzar libertades ni violentar procesos. Comprender, animar y facilitar decisiones… porque, no lo olvidemos, “aquel día se quedaron con él”. No nos eligen a nosotros. Con quien se quedan es con el Señor.

7. El discernimiento.
Una de las causas por las que la Iglesia concede la dispensa a los que abandonan la vida religiosa o sacerdotal es la “falta de discernimiento” en el origen de la vocación o formación. Falta de discernimiento del candidato, pero también del formador. O nos tomamos en serio esta cuestión o plantaremos vocaciones como el que siembra al borde del camino.

8. Las vocaciones misioneras no pueden suplir las nativas.
Si durante décadas hemos defendido las vocaciones nativas cuando nuestros misioneros cruzaban los mares, no podemos ahora resignarnos a contar solo con refuerzos de vocaciones de otros continentes. La primera obligación de los religiosos que vienen de fuera sigue siendo fomentar las vocaciones locales. Solo así el Evangelio volverá a echar raíces en nuestra vieja Europa.

9. Lo que realmente cuenta es la calidad.
El número nos preocupa, pero lo importante es la gracia de Dios y la respuesta humana. Dicen que cambia la tendencia y aumenta tímidamente el número de vocaciones. Si solo nos interesa el número, volveremos a las tentaciones del pasado. Los esquemas de cristiandad desaparecieron para siempre. El número ya no cuenta. Lo fundamental es la calidad humana y cristiana. Podemos llenar aeródromos, pero la llamada se escucha individualmente, uno por uno, lejos del ruido y los focos.

10. La oración:
“Rogad pues”. No lo olvidamos: hablamos de la Jornada de Oración por las Vocaciones. La oración tiene valor y confiamos en ella, tal como nos invita el Señor. Oración, sí, pero también de calidad. Como decía santa Teresa de Jesús: “No está en pensar mucho, sino en amar mucho”.

Maite López Martínez

...então não deixe de descobrir a sua vocação!


A vocação está vinculada ao sentido da aventura existencial que desde os tempos mais antigos provoca no coração humano alguns questionamentos:
Qual é o sentido da vida? Para que vivemos?
Estas são parte de tantas outras perguntas que toda pessoa faz num determinado momento da vida, especialmente durante a juventude. A capacidade de raciocinar e refletir mostra que cada pessoa é chamada a construir sua identidade, dar sentido à sua existência. Neste processo experimentamos as dúvidas, os conflitos e as tensões entre o passado, a realidade presente e o futuro que desejamos construir. Trata-se de uma fase de descoberta e de decisões complexas para todos aqueles que assumem o futuro como dom, desafio e missão.
Jovem...
...você está inquieta?
...quer buscar o caminho mais acertado para sua vida?
...então não deixe de descobrir a sua vocação!
Entre em contato com uma das promotoras vocacionais e peça para ser acompanhada no seu processo de discernimento vocacional.

Con Cari y Esther


Un 23 de octubre de 1994, el mismo día en que se celebraba la Jornada del DOMUND. Esther Paniagua y Caridad Álvarez, Agustinas Misioneras en Argelia, paseaban tranquilamente por las calles de Argel aquel día. Se dirigían a misa. Y, justo cuando pasaban por el barrio de Bab El Ued,  tres miembros de un comando integrista islámico acabaron con sus vidas de la forma más cobarde. Fueron tiroteadas por la espada.


Sus nombres mantienen el significado de “modelos a seguir” para sus compañeras

Las balas de aquellos terroristas quisieron acabar con dos vidas para engrosar su malvada lista. Pero, realmente, no sabían lo que estaban haciendo. Estaban segando la paz que para muchos suponía la compañía de Esther y Caridad. Estaban acabando con unas manos trabajadoras que construían a partir de la nada. Estaban eliminando los sueños de dos mujeres que lo dieron todo por un pueblo. Y con ellas... con ellas estaban llevándose también un trocito del corazón de sus compañeras y amigas. “Ésta es la única misión que nosotras tenemos en un lugar musulmán”, refresca Carolina Santos, para continuar diciendo que “ellas –Esther y Caridad– eran una ayuda con su presencia de Iglesia, sobre todo para predicar el Evangelio. Eran un signo de esperanza, porque su trabajo se centraba en lo que muy pocos quieren hacer”.

Cuando pensamos primero en los otros... 
Cuando nos preocupamos por los demás...
Cuando acudimos en ayuda del que necesita...
Cuando nos acordamos del que tenemos al lado...
Cuando compartimos los bienes que tenemos...
Cuando acompañamos a los que sufren...
Cuando damos nuestro tiempo para beneficio de otros...
Cuando colaboramos para mejorar la situación de los que menos tienen...
Así es como vivimos a la manera de Jesús.

Desde el corazón

Dios no manda cosas imposibles, sino que, al mandar lo que manda, te invita a hacer lo que puedas y pedir lo que no puedas y te ayuda para que puedas.

San Agustín


Testigos de Esperanza en el Chocó


En 1986 llegaron al Chocó invitadas por monseñor Castaño Rubio, quien tenía amistad con la comunidad de tiempo atrás. Las religiosas tenían interés de abrir un puesto de misión y habían considerado las opciones de los Llanos orientales; pero ante la insistencia del obispo, se decidieron por Quibdó.

A Bellavista llegaron a comenzar la misión Carmen Garzón, Cecilia Díaz y Norma Orihuela. En esos primeros años contaron con el apoyo incondicional de los padres Verbitas, especialmente del padre Félix Albizu. Sus primeros trabajos apostólicos fueron la catequesis, el apoyo a los grupos organizados y la alfabetización de adultos en los pueblos de Bojayá, según una experiencia educativa que impulsaba el equipo claretiano del medio Atrato.

Las religiosas agustinas han debido afrontar los momentos más duros del conflicto armado que ha golpeado a las comunidades del Atrato. En el año 1997 fueron testigos de la llegada de la avanzada paramilitar que golpeó a las comunidades ribereñas con un saldo de decenas de muertos, desaparecidos y centenares de familias desplazadas por miedo a las amenazas y la guerra.

En el año 2000 estuvieron en el fuego cruzado cuando la guerrilla de las FARC se tomó a sangre y fuego los pueblos de Bellavista y Vigía del Fuerte, dejando un buen número de víctimas mortales entre la Policía y secuestrando a muchos otros agentes uniformados.

En mayo de 2002 fueron testigos de primera mano de la masacre de Bojayá, cuando 119 personas, la mayoría niños y mujeres, murieron en la iglesia de Bellavista cuando estalló el cilindro bomba que la guerrilla disparó contra los paramilitares que intentaban resguardarse también en la iglesia en donde los civiles intentaban protegerse. En esa mañana centenares de personas –mujeres la mayoría- se protegieron en la casa grande de las hermanas agustinas mientras se libraba el combate en las calles del pueblo. Muchos paramilitares buscaban entrar a la casa para librarse de la muerte inminente; algunos pretendían esconderse metiéndose por debajo del piso de madera.

Cuando la muerte reventó con estruendo sobre el templo, los pobladores se fueron en estampida hacia Vigía del Fuerte, mientras los guerrilleros, las religiosas y algunos cristianos, buscaban socorrer a los sobrevivientes de la tragedia atendiendo a los heridos. En las horas que siguieron ayudaron a consolar a los moribundos, restañaron las heridas y empezaron a recoger los muertos.

Aunque los pobladores de Bellavista se trasladaron al nuevo pueblo construido por el gobierno, las agustinas decidieron permanecer en el antiguo pueblo que rápidamente fue demolido por la humedad de la selva tropical. Ellas continúan con su trabajo incansable apoyando a la organización campesina, impulsando proyectos de economía solidaria y dignificando a la mujer campesina del Atrato en todas sus iniciativas.

La "patente" de nuestra identidad


Y en el “aporte” la patente de nuestra identidad, con la responsabilidad propia de la semilla que sabe cómo transformarse en árbol absorbiendo los jugos que la sustentan:
  • Como mujeres vivir la jornada con talante de aventura al hacer de la existencia un regazo de cariño y ternura, a imitación de la Madre del Buen Consejo, a quien invocamos como Madre, modelo de mujer contemplativa, que ofrece el don encontrado y del que ha hecho su tesoro.
  • Como cristianas sentir a la Iglesia como Madre, y a ella entregarnos como hijas, con la encendida pasión que lo hiciera Agustín.
  • Como mujeres cristianas consagradas a Cristo pobre, obediente y casto, hacer de su Evangelio la norma suprema de nuestra vida, leído en perspectiva histórica al compartir con gozo el don que hemos recibido y testimoniar que es Cristo  nuestra opción y su misión nuestra tarea.
  • Como agustinas, cultivar: la interioridad, búsqueda de Dios,  vida comunitaria y servicio a la Iglesia con fidelidad a los signos que la OSA nos dio como logotipo: libro,  corazón y fuego y con ellos sumergirnos en los mares infinitos de la niñez y juventud para ilustrar sus mentes y formar sus corazones en la cátedra del amor.
  • Como agustinas de hoy convertir en hogar nuestra misión y en fraternidad cuanto toquemos.

Estamos en la Sierra de madrid (Galapagar y Becerril de la Sierra)


Estamos en Galapagar y Becerril de la Sierra con dos casas de espiritualidad dedicadas a convivencias y Ejercicios Espirituales.

¿Cómo cambiar el mundo?


este breve kit de herramientas para cambiar el mundo nos da unas cuantas ideas para afrontar desafíos que puede parecernos imposibles de superar.

Quizás el primer paso de todo desafío, sea pensar que podemos intentarlo y que en el peor caso, aprenderemos de nuestros fracasos.

Carta de San Agustín


Queridos amigos:
Supongo que os sorprenderéis de esta carta después de tanto tiempo sin saber a penas quién soy y sin haberme decidido a hablar con vosotros antes.
Bueno me presentaré: soy Agustín, el de Hipona, ese que nació en Tagaste en el año 354 y que luego fue obispo y después santo,...pues ese soy yo.
Seguro que algo habréis oído hablar de mí, seguro que conocéis a alguno de los míos bien porque os dan clase, bien por la catequesis, el deporte, los grupos juveniles,...pero no sé si sabéis quién soy yo.
Os cuento (y perdonad el rollo), yo fui un chaval feliz, con amigos (siempre con amigos) que tenía un culo inquieto y me explico: no paraba un momento, estudié en Tagaste y Madaura ( en el Norte de África), estuve en Cartago, en Roma, en Milán,... fui pagano (como mi padre Patricio), luego miembro de una secta llamada de los maniqueos, luego caí en el escepticismo (agnóstico para aclararnos) hasta que por fin reposé mi corazón en Cristo y me bauticé cristiano.
Durante todo este tiempo tuve una novia, casi mi mujer con la que tuve un hijo, pero antes viví el ambiente de Cartago, que me fascinaba con sus noches de fiesta, sus teatros, su música, sus mujeres y su buen vino.
Fue una vida que creo que no es muy diferente de la que vosotros lleváis cuando salís el fin de semana. Una vida llena de juergas, borracheras, sexo y ruidos que aunque no me llenaban la vida, la hacían más llevadera.
Como os decía antes, siempre tuve ganas de buscar la Verdad y siempre partí de mis amigos...ellos me acompañaban en las juergas y en los estudios, ellos me apoyaban en mis depresiones y malos rollos y compartíamos juntos nuestras alegrías... (no sé qué hubiera sido de mi sin ellos!
Mi madre Mónica me daba mucho la "vara" con esto del cristianismo y yo pensaba que era cosa de mayores e ignorantes y ni siquiera me paraba a escuchar: (cómo una persona inteligente, con su vida programada y montada iba a creer o a comprometerse con esas tonterías!...pero un día pasó: entre el ruido y mis planes de futuro oí algo, no sé si fue una llamada o simplemente el hecho de pararme a pensar sobre mi vida, sobre lo que hacía.
Y bueno, llegó mi "conversión", descubrí otro camino, otra alternativa a la vida que llevaba hasta entonces. Aposté por ese camino, después de mucho pensar y os aseguro que me dio la felicidad.
Por esto os escribo, para contaros mi vida y para que sepáis que algunos de los míos irán a veros pronto y ellos os contarán cómo vinieron a mi, por qué son ahora de los míos, que dudas y problemas tienen, cómo es su vida, si son felices,...
No os quiero aburrir más, pero os pido un favor, cuando lleguen escuchadles, siempre merece la pena conocer algo distinto.
Un abrazo.
Agustín

Síguele (Video)


Tengo la corazonada de que te amo... te amo...


Cuando decimos "Te amo" a una persona estamos expresando que la queremos mucho, que daríamos nuestra vida por ella y que sin esa persona nuestra vida tiene poco sentido.
El amor es el más fuerte de los sentimientos que un ser humano puede tener, el amor nos envuelve, nos paraliza, nos "atonta", hace que cambiemos planes, que olvidemos heridas, que proyectemos juntos un itinerario en la vida.
El amor humano es algo que nos engrandece.
El Amor con mayúsculas es ese "amor humano" elevado a la enésima potencia... porque cuando amamos de verdad es cuando no esperamos nada a cambio, cuando somos capaces de perdonar, cuando nuestro corazón es libre y podemos compartirlo con todas las personas que se cruzan en nuestro camino... ese Amor no es sólo para una persona concreta sino para todos. ¿Hay amor más grande?
¡Ábrete al Amor, ábrete a la Vida!

Encar_AM

Desde el corazón


Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor, si perdonas, perdonarás con amor.

San Agustín

Por el mundo


Octubre es un mes dedicado especialmente a la misión universal. Se ha elegido este mes como el Mes Misionero, puesto que el descubrimiento de América, abrió las puertas de la evangelización a una nueva época, en la que cobraría un impulso y una fuerza inusitada, permitiendo la llegada del Evangelio a una inmensa cantidad de hombres y mujeres que habitan hoy el suelo americano. El 2º domingo de Octubre se celebra la Jornada Mundial de las Misiones, popularizada con el nombre de DOMUND  o Domingo Mundial de las Misiones. 

Una imagen vale más que mil palabras


Tres lunas alargadas (en cuarto menguante y creciente) y una redonda luna llena forman la figura humana del logo del XX Capítulo General. Como fondo un sol resplandeciente, anaranjado elevándose hacia lo alto, saludando con su brillo al Dios de la vida. Podría ser el paso de la noche al día en el amanecer de María Magdalena ante el sepulcro donde habían enterrado a Jesús.

La grandeza de la naturaleza como regalo de Dios (el día y la noche) resaltan una mujer, dinámica, que busca, en movimiento… Alza las manos hacia lo alto sin dejar el bastón que le sujeta, que le ayuda en el camino, que le lleva al interior de sí misma y al compromiso evangelizador por el Reino.

María Magdalena elegida por Dios como primera testigo de la resurrección de Jesús, enviada a anunciar a los suyos la alegría pascual. 

Solo desde el amor y la Palabra, es posible la búsqueda y el envío, por eso la figura humana se sumerge en el corazón y su camino se basa en la Palabra de Dios representada con unas líneas de colores que simulan las hojas del Libro de la Vida. Una línea roja (color vivo que arde en lo profundo de nosotras), otra azul (color que refleja la inmensidad del infinito que buscamos) y anaranjado (color cálido de la acogida que queremos vivir).  

Nosotras, Agustinas Misioneras, llamadas a continuar la búsqueda y el anuncio de Jesús resucitado, caminamos con María Magdalena viviendo con intensidad ese amanecer ante el sepulcro y ese encuentro con el Señor. 

La llama del corazón simula al arco iris, símbolo de la multiculturalidad de nuestro mundo al que estamos llamadas  a responder. Mezcla de colores entrecruzando el significado de cada uno de ellos y queriendo transmitir la unidad en la diversidad para buscar a Dios y anunciarle.

Síguele (Video)


A toda joven que quiera seguir a Jesucristo

No tiene por qué renunciar a su familia, a sus amigos, a su gente... 
Sí tiene que poner todos los medios que estén a su disposición para ensanchar la gran familia 
humana, haciendo un hueco a Jesús, no como el huésped inoportuno que llega sin llamar, sino 
como el hermano mayor que, a la hora de la verdad, nunca falla.

No tiene por qué poseer un sinfín de cualidades, capacidades, recursos... que fascinen a todo 
aquel que se cruce en su camino... 
Sí tiene que empeñarse en cultivar con toda clase de mimos y atenciones el tesoro que lleva 
dentro, pues de la abundancia del corazón, hablan las acciones. 
  
No tiene por qué deshacerse de sus cosas materiales, ni romper con todo su pasado... 
Sí debe afrontar el futuro con desparpajo y mucho amor, dando y dándose todo a todos, pues
la verdadera generosidad para con el futuro consiste en darlo todo ahora, en el presente. 
  
No debe tener el coeficiente intelectual por las nubes, ni ser el más listo de la clase... 
Sí (esto es obligatorio) debe tener la actitud necesaria y las agallas suficientes para hacer algo 
grande y hermoso con su vida. 
  
No debe, a la fuerza, ser y aparentar ser buena... 
 debe construir en su corazón una hermosa catedral, capaz de albergar e iluminar a tantas 
personas que buscan la felicidad sin contar con Dios. 
  
No tiene por qué tener manías, ni ser la más rarilla de la pandilla... 
Sí tiene que ser humana... ¡Qué digo humana!, muy humana, terriblemente humana. 
  
No hace falta que crea a pies juntillas todo lo que le dicen... en la parroquia, en el colegio, en 
su grupo... 
Sí es imprescindible que crea, a ojos cerrados, en el Amor, en el Amor con mayúsculas. 
  
No puede estar todo el día refunfuñando, criticando lo mal que va este mundo... 
Sí debe convertirse en una alegre cartera del Reino, de manera que lleve la Noticia Gozosa a 
todo aquel que busca un sentido a su vida. 
  
No tiene por qué hablar con gran elocuencia y tener solución y respuestas para todo... 
Sí debe, por el contrario, escuchar, escuchar mucho, sobre todo escuchar el grito de los más 
pequeños, de los más necesitados, porque en ellos está Dios de una manera muy especial. 
  
No tiene por qué ser el compañero de clase o el hijo del panadero o la sobrina del párroco o... 
Sí puedes (si tú quieres) ser tú misma... 

Habla con Jesús, no estás sola


Cuando estamos muy desanimados, tristes, débiles, angustiados,,, y vemos todo gris, todo oscuro, ya no hay alegría en nuestra vida. Y queremos darnos por vencidos,,, te invito a hablarle al Señor... en cualquier momento del día...  oremos... y podemos decirle algo así:

Ven Espíritu Santo. Ven a mi vida, ven a mi ser. Es lo único que me puede dar energía para seguir. Tu fuerza, tu vitalidad, tu fortaleza…. Nadie ni nada es como Tu, nadie ni nada me anima y me alienta a seguir como Tu, nadie me entiende y me conoce como Tu.

Cuando estoy muy desanimada clamo por Ti, desde el fondo de mi corazón sale un grito desesperado de ayuda que pide por Ti, aunque este en el fondo de un tunel de oscuridad, donde todo es gris y la luz de la alegría no se ve…. Tu pones en mi alma la esperanza de un día mejor, Tu pones en mi mente palabras de ánimo, me dices que estas orgulloso de mi, que Tu quisiste que existiera, y que mi vida es muy valiosa para Ti.

Cuando siento que estoy sola, te llamo y experimento tu presencia y tu amor. Y eso me tranquiliza y me anima. Se que es un proceso largo el mejorarse, se que los cambios llevan un tiempo, todo eso lo se. Pero tambien se que Tu no me abandonas. Y aunque ahora mi vista este nublada para “ver” las cosas lindas de la vida, se que tu seras esos “lentes” de luz que me permitiran ver de nuevo el cielo azul, las estrellas en el firmamento profundo, y sentir el aroma de las flores en un campo de verdes praderas, Esa es tu promesa, y yo te creo. Y todas esas cosas me las prometes para esta vida, me dices que me vas a ayudar.

Pero Señor, por favor, apresúrate, tengo ansias de ver todo con luz, tengo ansias de ser alegre de nuevo, de ser optimista, y libre y feliz disfrutar del regalo de la vida que me diste. Ayúdame Señor, porque me cuesta, porque no tengo fuerza, porque me siento débil. Y aveces siento como que camino con una gran roca atada en mis espaldas, me cuesta… Por favor, toma esa roca en Tus manos santas y toma mi mano, ayúdame a seguir...

Contagiar y ser contagiado


La misión que tenemos en la red no se debe basar tanto en crear estructuras como en el contagio.

¿Son malas las estructuras? No. En muchos casos son necesarias, pero no deben ser las protagonistas de la acción de la Iglesia, ya que la acción la debemos realizar cada uno de nosotros individualmente. Los santos no fueron estructuras, sino personas que cumplieron su misión. Esperar que las estructuras sean las protagonistas, es un sutil engaño del enemigo, ya que acalla las conciencias y nos hace desentendernos de nuestra responsabilidad.

¿Contagio? El contagio es un mecanismo natural que se da en muchos órdenes de naturaleza. Podemos pensar en contagios dañinos, como en el caso de las enfermedades, pero también se contagia la risa o la alegría. El contagio conlleva una serie de fases: contacto, sorpresa, asimilación y cambio interior. Necesita de un agente contagiante (nosotros) y un elemento de contagio (la Buena Noticia).

El contagio se realiza de manera natural. Dejemos que se produzca en nosotros para poder contagiar a otras personas. ¿En Internet? Sí, el contagio no tiene limitaciones en distancia o tiempo. Un comentario, un video, una imagen que compartamos en las redes sociales, puede cambiar la vida de muchas personas. ¿A qué esperamos?

Te hice a ti


Era un día lluvioso y gris. El mundo pasaba a mi alrededor a gran velocidad. Cuando de pronto, todo se detuvo. Allí estaba, frente a mí: una niña apenas cubierta con un vestidito todo rotoso que era más agujeros que tela. Allí estaba, con sus cabellitos mojados, y el agua chorreándole por la cara. Allí estaba, tiritando de frío y de hambre. Allí estaba, en medio de un mundo gris y frío, sola y hambrienta.
Me enfadé mucho y dije: "¿Cómo es posible, Señor, que habiendo tanta gente que vive con tanto dinero, permitas que esta niña sufra hambre y frío? ¿Cómo es posible que no hagas nada?
Luego de un silencio que me pareció interminable, sentí la voz de Dios que me contestaba: "¡Claro que he hecho algo! ¡Te hice a ti!"

-Todos podemos aportar algo para mejorar el mundo y para ayudar a los que lo necesitan. Comenzamos hoy la semana dedicada al DOMUND. Pensemos en tantas personas que no tienen lo necesario para vivir. ¿Qué podemos nosotros hacer por ellos?