Dios quiere revelarte su proyecto sobre ti


"Levántate y vete a Damasco, allí se te dirá todo lo que está establecido que hagas" (Hch 22,10). 

En realidad, el acompañamiento no es un paso más en el proceso de discernimiento de tu vocación; es un recurso que debe estar presente en cada uno de los pasos anteriores. El/la acompañante te motivará a orar y estar abierta a percibir los signos de la voluntad de Dios; te indicará donde obtener la información y te ayudará a reflexionar. Te dejará sólo ante Dios para que libremente decidas tu vida. Te ayudará a que te prepares convenientemente para ingresar en la institución formativa. Su oración y sacrificio por ti te alcanzarán del Espíritu Santo la luz para que descubras tu vocación y la fuerza para seguirla. La Palabra de Dios dice: Para obtener un consejo recurre siempre a alguien piadoso, de quien sabes bien que guarda los mandamientos, cuya alma es como tu alma, y que si caes, sufrirá contigo" (1S. 37,12). 

Si bien es cierto que la vocación es una llamada que Dios te hace, y que nadie puede escucharla por ti ni responder a ella en tu lugar también es cierto que tienes necesidad de quien que te acompañe en tu camino de discernimiento vocacional y confirme la autenticidad de tu llamada. 

Es fácil hacerse ilusiones y creer que es llamada de Dios lo que en realidad es solo un deseo subjetivo. Acudir al acompañante es un acto de humildad; es aceptar que no tienes el monopolio de la voluntad de Dios sobre ti; es aceptar la mediación de un hombre de Dios, representante de la Iglesia, para descubrir el plan que Dios tiene para ti. 

Jesucristo, después de habérsele aparecido a Pablo en el camino de Damasco, le dijo que fuera con Ananías, que este le indicaría cuál era la voluntad de Dios. Cristo mismo hubiera podido decirle directamente a Pablo qué quería de él, sin embargo, quiso valerse de la mediación de Ananías para hacerle descubrir su vocación (Hch 22, 10-15). 

En el discernimiento de la voluntad de Dios sobre ti. No puedes prescindir de la mediación de la Iglesia. 

Discernir lo que Dios quiere de ti, no es fácil, pero tampoco es algo imposible. Si con sinceridad y humildad te pones a buscar la voluntad de Dios, y realizas los pasos que aquí te sugiero creo que podrás encontrarlo. 

Dios quiere revelarte su proyecto sobre ti. Es Él, el más interesado en que tú descubras y realices tu vocación. 

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